BIDADARI es una antigua palabra malaya  que significa: Ángel.

BIDADARI surge de una experiencia vital en el sudeste asiático que nos une a los cuatro socios de una manera singular.  

Una experiencia extraordinaria e inextricablemente fecunda que nos empuja a descubrir la belleza de nuestra imperfección. El respeto genuino por lo diferente y también por aquello que se asemeja. La magia de la quietud, de lo profundo, de lo humano y lo sobrenatural. De lo auténtico, de lo identitario, de lo perdurable, de lo fecundo.

BIDADARI habla de esa energía que nos frena en seco, nos zarandea y nos abre los ojos y el alma. BIDADARI habla de esa fuerza que nos acompaña, nos empuja a seguir siempre hacia adelante y nos protege, de algún modo, a lo largo de toda experiencia que nos toca vivir.

Y de aquí surgen nuestras ganas de traer, desde el otro lado del mundo piezas que evocan la quietud de aquellos días; el locuaz silencio. Piezas que perduran en el tiempo sin perder su belleza, intrínseca a su propia imperfección; Piezas que nos enseñan a valorar la belleza de lo diferente. Piezas con historia, con identidad y personalidad propias. Piezas con destellos de lo humanamente sobrenatural. 

En cada una de nuestras piezas BIDADARI, os traemos un pedacito de nuestra aventura que, como toda aventura, comienza con un SÍ, de la mano de nuestros grandes amigos y profesionales de Lucky Home Collections (Malaysia).

BIENVENIDOS a nuestra pequeña gran aventura.

BIENVENIDOS A BIDADARI.